la vida, las clases, los sueños. No había sangre, sólo humo, como un río de tinieblas. No nadé contra la corriente. La corriente nadó contra mí. Ahora no. No somos. El flujo y yo nos alejamos y sólo nos encontraremos al final del camino. Vomitaré al aire la rabia, la tristeza y la apatía para convertirlas en ¿canción? no, en vida.