abril 30, 2010

me fumé



la vida, las clases, los sueños. No había sangre, sólo humo, como un río de tinieblas. No nadé contra la corriente. La corriente nadó contra mí. Ahora no. No somos. El flujo y yo nos alejamos y sólo nos encontraremos al final del camino. Vomitaré al aire la rabia, la tristeza y la apatía para convertirlas en ¿canción? no, en vida.