junio 02, 2008

La nada me atrapó

Estudio en la universidad. Podría decir muchas cosas de la universidad. Llevo en ella toda mi vida. Mi vida es una universidad, con su gran entrada, sus largos y altos pasillos, escaleras que suben, luz y olor, gente que pasa y gente que está. Más pasillos, más alturas , ventanas, baldosas, tablones de anuncio, panfletos, puertas, aulas, despachos, compañeros, pupitres, pizarras, profesores, papeles, bolígrafos y lápices, apuntes, libros, cafés, cafeterías, humos, césped y estanque.

Miré por el ballet, nada, no me atrapó, miré por el teatro, nada, no me atrapó, miré por la música, nada, no me atrapó, miré por la universidad, nada, me atrapó. La nada me atrapó. Me intenté desatrapar y antes de conseguirlo me atrapé yo a ella. En el desatrapamiento me dio por escribir pastorales sobre las delicias del desenredo sin final. Luego escribía finales sin principio. Ahora sigo sin ver el final o sigo esperando el final feliz.